UNIDAD III: LENGUAJE, PENSAMIENTO Y REALIDAD


DESCRIPCIÓN DE UNIDAD Y OBJETIVOS

El objetivo de esta unidad es considerar aspectos lingüísticos, lógicos, gnoseológicos y metafísicos. Se pretende plantear y desarrollar cuestiones tales como si el pensamiento surge a partir de la estructuración del lenguaje o si el lenguaje es expresión del pensamiento; si el lenguaje refleja la realidad, si la organiza o si la realidad es producto del pensamiento o éste es su imagen o reflejo.
Profundizaremos en el problema de la relación entre lenguaje y realidad a través del pensamiento de Sapir-Whorf.
Objetivos:
-         Pensar la relación entre lenguaje, pensamiento y realidad a través del pensamiento de Sapir-Whorf
-         Identificar las ventajas que puede suponer el desarrollo del vocabulario. 


Descripción del campo: algunas nociones
Pensamiento y pensar
Comenzaremos definiendo lenguaje, pensamiento y realidad para luego analizar sus interrelaciones.
El pensamiento y el pensar si bien muchas veces se entienden diferenciados, están estrechamente relacionados. El pensar está identificado con la actividad, y el pensamiento con lo obtenido durante esa actividad. Se entiende por “pensar” el proceso mental por el cual los seres humanos en contacto con la realidad material y social, elaboran conceptos, los relacionan entre sí y adquieren nuevos conocimientos. Denominaremos pensamiento al contenido de ese proceso mental. Dicho contenido puede ser una imagen, un concepto, una proposición, pero en todo caso debe ser distinguible del acto de pensarlo. Un pensamiento es equiparable a construcción mental, comunicable o expresable a sí mismo y a otros sujetos.
El pensamiento como actividad: pensar
La tradición filosófica considera que la actividad mediante la cual se elaboran los contenidos del pensamiento es la abstracción.
La abstracción es una operación de la mente que tiene por objeto separar, de los objetos percibidos por los sentidos, una característica, esencial o accidental, que no existe independientemente del todo de donde se ha separado, pero que representa o bien la naturaleza de un objeto o una propiedad suya, o bien lo que de común hay entre varios objetos, y por cuyo medio decimos que entendemos qué son aquellas cosas. El resultado de la abstracción (lo abstraído o lo abstracto) es el concepto o la idea  en sentido tradicional, eso que tienen en común los objetos.

Pensamiento como objeto
Las formas básicas de pensamiento que contempla la lógica tradicional son el concepto, el enunciado y el razonamiento.
En sentido amplio, “concepto” equivale a “idea general” o “idea abstracta”. Para la filosofía tradicional, el concepto es el resultado del proceso de abstracción, mediante el cual el sujeto que conoce logra una representación mental del objeto conocido de un modo general y abstracto.
La diferencia entre la imagen mental y el concepto es que la primera posee características concretas comunes con algún objeto determinado, mientras el concepto sólo contiene características generales, esenciales y definitorias, obtenidas por abstracción.
Los conceptos no sólo son el resultado de un proceso cognoscitivo, sino que, además en tanto que representaciones mentales, son necesarios para pensar las cosas, en el sentido de que sólo el concepto posee la suficiente determinación que hace posible el reconocimiento y comprensión de lo percibido por los sentidos. Así el concepto de “manzana” se obtiene, por abstracción de la experiencia de muchas manzanas observadas; pero, una vez en la mente, es también el conjunto de características mentales con el que puede decidirse si el objeto contemplado es una manzana o una flor; el criterio que utilizamos para aplicar los nombres a las cosas.

Los conceptos nos sirven para:
-          -  Clasificar los objetos encuadrándolos en nuestra experiencia anterior del mundo. Esto nos permite reconocer como un perro, como un árbol, como un triángulo… A través de la percepción ya estamos conceptualizando. 

-         -  Para adaptar más fácilmente nuestra conducta ante los objetos de acuerdo con nuestra experiencia anterior. Por ejemplo si vemos algo y lo reconocemos como una paloma sabemos cómo podemos pasar a su lado sin correr peligro. Ambas ventajas, reconocimiento de objeto y conducta apropiada ante él, se dan unidas entre sí.
-    - Para operar. Junto a las ventajas anteriores, la posesión y utilización de conceptos hace posible realizar mentalmente operaciones que no podrían ser realizadas física y directamente sobre los objetos mismos. Por ejemplo: cuando hacemos una afirmación de carácter general como “todos los perros son mamíferos”, realizamos conceptualmente una operación cuya realización física consistiría en reunir todos los perros e introducirlos en el conjunto de los mamíferos que se suponen igualmente reunidos.
- Normalmente utilizamos conceptos que ya poseemos, sin embargo es posible formar construir conceptos nuevos. La formación de nuevos conceptos implica operaciones mentales tales como:
-         -  Identificar ciertas relaciones de semejanza entre los objetos (relaciones anteriormente no advertidas)
-         -  Fijar rasgos comunes a tales objetos y prescindir de los rasgos no comunes excluyéndolos de nuestra consideración.
La adquisición de conceptos nuevos es fundamental para la ampliación de nuestros conocimientos.

El lenguaje
El lenguaje es una facultad propia de los seres humanos, instrumento del pensamiento y de la actividad y el más importante medio de comunicación. Es un instrumento sumamente complejo, organizado en diversos niveles y creativo, con el que los seres humanos pueden expresar verbalmente un número no limitado de ideas, sensaciones, situaciones, etc., y que permite aludir a las cosas y situaciones en su ausencia. Con él reducimos y ordenamos las percepciones del entorno. Está vinculado al pensamiento hasta tal punto que la total falta de lenguaje, o de un sistema de signos equivalente, hace que no aparezcan en el ser humano indicios de inteligencia.
Chomsky afirma:
El lenguaje humano está libre del control de los estímulos y no sirve a una simple función comunicativa, sino que más bien es instrumento para la libre expresión del pensamiento y para la respuesta adecuada ante situaciones nuevas.
Usamos el lenguaje para:
-          Medio de expresión: el uso temprano consiste en sonidos que expresan sentimientos; más tarde se usarán palabras;
-          Medio de regulación de la acción: la acción queda bajo control verbal; los niños/as se dan instrucciones a sí mismos acerca de lo que están haciendo, tanto más cuanto más difícil es la tarea; a partir de los 6- 7 años, este hablarse a sí mismo es sustituido por el pensamiento silencioso;
-          Medio de comunicación
-          Medio de representación: pensamiento simbólico, para el que es necesaria la palabra.
Realidad
En general, la realidad es lo que es o existe de un modo objetivo, por oposición a lo que es una apariencia, una ilusión o una ficción, o a lo que es meramente posible o ideal, o subjetivo. Normalmente, y desde el sentido común, se entiende que lo real es aquello que pertenece al mundo en que vivimos, y por tanto, lo que existe en el espacio-tiempo. Pero la aplicación rigurosa de esta noción espontánea lleva a confundir lo real con lo “independiente de la mente”, o con lo material o lo empírico, es decir, aquello que puede ser conocido por los sentidos, con lo que dejarían de tener realidad muchas de las cosas por las que los seres humanos se interesan y hasta luchan.
Por ejemplo las ficciones, como los dioses, las instituciones, etc.
Lo real debe definirse en consonancia con los presupuestos ontológicos y epistemológicos desde los que se define “ser”, “ente” u “ontológico” o realidad en general, esto es, ha de entenderse desde una teoría determinada, pero sobre todo ha de poder diferenciarse de lo que se considera simple apariencia.
Aunque el sentido común percibe que lo real es lo empíricamente observable, no sólo lo empíricamente observable es real. Por esto es necesario contar con otros criterios para determinar qué cosa podemos llamar real. Llamamos “real” no sólo a lo que está obviamente presente a los sentidos, sino a todo aquello cuya existencia externa podemos determinar cómo objetivamente independiente de nuestro pensamiento y nuestra observación a través de una verificación intersubjetiva.


Relaciones entre pensamiento y lenguaje
Los seres humanos pueden tomar distancia del objeto percibido y pensar en torno a él sin la necesidad de estar en permanente contacto, porque tienen la capacidad de interponer “símbolos” (representaciones mentales) entre las cosas y la mente. Estos pueden ser imágenes, palabras, conceptos.
Como ya hemos visto el pensamiento se caracteriza por la utilización de conceptos y los humanos se hallan en posesión de una amplia red de conceptos y con ella, de un sistema de clasificaciones de los objetos, cualidades, etc. Que componen el mundo. Esta red de conceptos está registrada y fijada en las palabras que componen el vocabulario de la lengua en que cada cual se expresa. De ahí que nos preguntemos por las relaciones entre el pensamiento y el lenguaje.

PROBLEMATIZACIÓN
En torno a esta relación entre pensamiento, lenguaje y realidad podemos plantearnos para pensar las siguientes preguntas:
-          ¿Qué tan rígida es la relación entre lenguaje y realidad o lenguaje y cultura?
-          ¿Qué sucede cuando no contamos con las palabras adecuadas para referirnos a la experiencia?
-          ¿Es la experiencia la que habilita la ampliación del habla?
Veremos a continuación una perspectiva que da respuesta (o intenta dar) a estas problemátias…
Hipótesis Sapir-Whorf
La tesis de Sapir-Whorf, sostiene que el proceso del pensamiento “será fundamentalmente diferente para individuos cuyas lenguas sean fundamentalmente diferentes” (Benjamin Whorf) y que en consecuencia “el mundo real está amplia e inconscientemente conformado según hábitos lingüísticos de un grupo determinado” (Sapir)
1-       “El hecho capital es que el mundo real está en gran parte constituido inconscientemente sobre los hábitos del lenguaje de un grupo. Nunca dos lenguajes son suficientemente semejantes para que se les considere representantes de la misma realidad social. Los mundo en que viven sociedades diferentes son mundos distintos y no meramente el mismo mundo con diferentes etiquetas” (Sapir: El estado de la lingüística como ciencia)
Comentario aclaratorio: Sapir afirma que sin darnos cuenta, nuestro mundo (aquello que percibimos como realidad) depende en gran medida de la constitución de nuestra lengua. Dos lenguas diferentes, ofrecen diferentes visiones de mundo, por lo tanto no representan del mismo modo a la realidad social. La diferencia entre una y otra no es únicamente una diferencia en las palabras (signos) que utilizan para referirse a las cosas, al mundo: “no meramente el mismo mundo con diferentes etiquetas”, sino también el modo en que entendemos la realidad misma (el proceso de pensamiento), el modo en que entendemos el mundo.
2-       “El lenguaje, al contrario de lo que a veces de manera ingenua se cree, no es simplemente un inventario más o menos sistemático de los diferentes elementos de la experiencia que parecen relevantes al individuo.
Comentario aclaratorio: Este fragmento confirma el fragmento 1. Decir que el lenguaje no es un inventario, significa que no es únicamente  una “lista de palabras” que hacen referencia a los elementos o cosas de la experiencia. Es algo más que eso.
3-       A este respecto el lenguaje es muy parecido a un sistema matemático que registra la experiencia en el sentido más fiel de la palabra, tan sólo en sus primeros comienzos, porque con el paso del tiempo se convierte en un sistema conceptual elaborado y completo que previsualiza todas las experiencias posibles de acuerdo con ciertas limitaciones formales aceptadas….[Los significados] no son por tanto algo que se descubre en la experiencia sino algo que se impone sobre ella a causa del poder tiránico que la forma lingüística tiene sobre nuestra orientación del mundo”. (Artículo Categorías conceptuales en el lenguaje primitivo. 1993)
Comentario aclaratorio: Cuando el ser humano aprende a hablar atraviesa distintas fases: la primera se caracteriza por la observación, distinción y clasificación de los elementos (empíricos o no) del mundo o de la experiencia, en un segundo momento se activa la capacidad de producir sonidos a través de la imitación de sonidos escuchados y el ejercicio continuo, y finalmente, adquiere la facultad o capacidad de organizar y dirigir los órganos que permiten la pronunciación. Durante el aprendizaje, el niño aprende a asociar nombres a objetos y las palabras usadas son las que escucha de la sociedad a la que pertenece. De este modo es que el lenguaje “se impone” al mundo, le impone sus formas y sus categorías.
La base del pensamiento sapireano es que pensamos a través de palabras y por este motivo, la forma en la que piensa un hablante chino y un hablante francés es diferente. Toda lengua o idioma es un “mapa” o “retrato” parcial e inconsciente del mundo.
Relativismo lingüístico: hipótesis estricta o fuerte e hipótesis débil
Tesis del relativismo lingüístico de Sapir-Whorf, en la versión más estricta o “fuerte” propone que nuestra visión del mundo está modelada por la estructura de nuestra lengua o idioma, o por lo que es lo mismo, por nuestras categorías y construcciones gramaticales (clasificaciones, etc.). Es decir que la estructura de nuestra lengua determina la manera en que percibimos el mundo.
Experimento
Se han realizado algunos experimentos para comprobar esta tesis, por ejemplo el realizado por Choi y Bowerman (1991) con niños coreanos e ingleses de aproximadamente veinte meses. A esta edad, que es cuando los niños comienzan a hablar, ambos grupos linguisticos respondieron de manera diferente a experimentos en los cuales se les pedía que compararan y agruparan acciones como las siguientes:
1-       Colocar piezas de un puzzle.
2-       Colocar juguetes dentro de una bolsa
3-       Poner el capuchón a un bolígrafo
4-       Poner un sombrero en la cabeza de una muñeca
Los resultados fueron los siguientes:
Los niños ingleses prestaron atención especial al hecho de “introducir algo dentro de algo”, agruparon las acciones 1 y 2 basándose en una preposición habitual en la lengua ingles “IN”.
Por el contrario agruparon las acciones 3 y 4 en correspondencia con el valor de la preposición “ON” en inglés.
Los niños coreanos, por el contrario, habían aprendido a través de su lengua materna las palabras: 
-          kkitaque significa “encajar algo de manera apretada”
-          ppayta “desencajar o soltar algo que está apretado”
-          Kkenayta “sacar algo de un contenedor holgado”
-          Nehta poner en un contenedor holgado”
-          Nonta “poner algo en una superficie holgada”
-          Ssuta “poner un sobrero, etc., en la cabeza”
Y por otra parte no tenían otros elementos lingüísticos que reprodujeran las diferencias de las preposiciones on/in en inglés, agruparon las acciones de manera diferente:
-          La 1 y la 3 las agruparon porque tienen en común la noción de “acción ajustada”
-          La 2 y la 4 porque tiene en común la noción “introducción holgada”, o suelta.
Quiere decir que los niños coreanos son enseñados, a través del uso práctico (el del día a día) de su lengua a distinguir entre acciones ajustadas o apretadas como por ejemplo: atarse los cordones de los zapatos, de acciones “sueltas” como por ejemplo poner juguetes en una caja o entrar en una habitación.
Los niños ingleses, por el contrario aprenden a distinguir entre ciertas acciones mediante una distinción relevante: si algo “penetra o sale” de un contenedor o por el contrario “si toma contacto con la superficie”.

En conclusión, las diferencias entre los comportamientos de los niños ingleses y coreanos es una prueba a favor de la teoría de que las características lingüísticas (léxicas y gramaticales) de una lengua determinan en parte la visión de mundo de sus hablantes, aunque únicamente consista en resaltar algunos aspectos e ignorar o postergar otros.

El lenguaje como esquema provisorio del mundo: selección de “El idioma analítico de Jhon Wilins” de Luis Borges
“Esas ambigüedades, redundancias y deficiencias recuerdan las que el doctor Franz Khun atribuye a cierta enciclopedia china que se titula Emporio celestial de conocimientos benévolos. En sus remotas páginas está escrito que los animales se dividen en a) pertenecientes al Emperador b) embalsamados c) amaestrados d) lechones f) fabulosos g) perros sueltos h) incluidos en esta clasificación i) que se agitan como locos j) dibujados con un pince finísimo de pelo de camello l) etcétera m) que acaban de romper el jarrón n) que de lejos parecen moscas.

(…)He registrado las arbitrariedades de Wilkins, del desconocido (o apócrifo) enciclopedista chino y del Intituto Bibliográfico de Bruselas; notoriamente no hay descripción del universo que no sea arbitraria y conjetural. La razón es muy simple: no sabemos qué cosa es el universo. (…) La imposibilidad de penetrar el esquema divino del universo no puede, sin embargo, disuadirnos de planear esquemas humanos, aunque nos conste que éstos son provisorios”



 Hipótesis débil de la teoría sapir-whorf
La segunda versión de la hipótesis denominada versión “débil”, a diferencia de la hipótesis de la radical, afirma que la estructura de nuestra lengua únicamente afecta a la visión del mundo adoptada por los hablantes de la lengua hablada.
1-       “Vemos, oímos y experimentamos como lo hacemos en gran medida porque los hábitos del lenguaje de nuestra comunidad predispone ciertas elecciones de interpretación”(Sapir 1949: 69)
Comentario aclaratorio: Otras lenguas predisponen otras elecciones de interpretación, que son modos de entender el mundo o la realidad.  No hay dos lenguas que impongan las mismas exactamente igual, aunque algunas pueden resultar parecidas. Esta tesis se desprende de una serie de investigaciones realizadas por Benjamin Whorf (discípulo de Sapir) sobre las lenguas indígenas americanas y canadienses. Luego de haber estudiado la gramática y el vocabulario de los indígenas Hopi, descubrió que las diferencias entre su idioma materno, y el inglés, y el Hopi; no solo son diferencias arbitrales sino que determinan una forma diferente de clasificar y en cierta medida de percibir el mundo.
Como prueba de esto se ha mostrado que determinadas culturas de la pradera designan con más de cincuenta vocablos lo que para nosotros sería “pasto”, o que determinados indígenas ordena diversos objetos que se les presentan, no en animales, minerales y vegetales(como tal vez haríamos nosotros) sino en comestibles o no comestibles.

Ejemplo que trae Umberto Eco, lingüista italiano:

2-       Los esquimales disponen de cuatro palabras para referirse a la nieve. Pero no es que tengan un lenguaje más rico, sino que conocen cuatro entidades distintas, según el grado de utilidad vital del elemento que nosotros denominamos únicamente nieve. (ECO, op.cit.p.125)

Problema en torno al ejemplo de Eco:
El problema estriba en saber si los esquimales tienen cuatro palabras porque, por razones de supervivencia, perciben instintivamente cuatro cosas, o bien perciben cuatro cosas porque están condicionados por la existencia de cuatro palabras.
En síntesis el modo de entender el mundo, de clasificarlo es relativo a la lengua del hablante. A esto se le llama: relatividad lingüística. El lenguaje no es meramente un instrumento para pensar, sino que éste condiciona nuestro pensamiento también ordenando la realidad de determinada manera.  
La lengua determina la experiencia de la realidad, y es un hecho que la experiencia de la realidad determina la lengua. Lengua y realidad interactúan dinámica y dialécticamente. Preguntarse cuál fue primero, o cuál es prioritaria respecto de la otra, arriesga separar lo que está unido, reducir un nivel al otro. 

CRITICA
Tomando como referencia lo hasta ahora dicho, pensemos nuestra realidad actual:
Si el lenguaje, pensamiento y realidad están tan íntimamente vinculados, tanto así que  de esta relación depende nuestra forma de entender y ver el mundo, nos preguntamos:
¿Si el lenguaje es restringido o limitado, tengo limitada mi visión del mundo?
De modo muy general, cuando trabajamos Gramsci estuvimos planteando esta pregunta, sobre todo cuando el lenguaje se vincula al pensamiento. Ampliando esta relación a la realidad, podemos determinar que podemos tener problemas para conceptualizar determinados elementos de mundo cuando no contamos con las palabras o términos precisos para referirnos a ellos. Estos conceptos se van  generando cuando logramos asociar la palabra con el elemento del mundo correspondiente. En este caso podemos preguntarnos si ¿únicamente a través de la experiencia puedo desarrollar o ampliar el lenguaje? Podemos decir que no.
 ¿Por qué?
Porque existen otras formas, más allá de la experiencia concreta, con las cuales podemos acceder a significar determinadas palabras. El arte en ese sentido ha sido un buen nexo, sobre todo la literatura que nos permite desarrollar la palabra e imaginarnos en qué consiste el objeto referido por esa palabra. Pero también la pintura, la fotografía, el cine, las obras de teatro, etc. Que de algún modo “nos muestran” o “representan” a la realidad.
¿Qué pasa cuando esas “visiones de mundo” no son compartidas?
Esto me recuerda a “La torre de Babel” en la Biblia:
La torre de Babel
 En ese entonces se hablaba un solo idioma en toda la tierra. Al emigrar al oriente, la gente encontró una llanura en la región de Sinar, y allí se asentaron. Un día se dijeron unos a otros: «Vamos a hacer ladrillos, y a cocerlos al fuego». Fue así como usaron ladrillos en vez de piedras, y asfalto en vez de mezcla. Luego dijeron: «Construyamos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo. De ese modo nos haremos famosos y evitaremos ser dispersados por toda la tierra».

Pero el Señor bajó para observar la ciudad y la torre que los hombres estaban construyendo, y se dijo: «Todos forman un solo pueblo y hablan un solo idioma; esto es solo el comienzo de sus obras, y todo lo que se propongan lo podrán lograr. Será mejor que bajemos a confundir su idioma, para que ya no se entiendan entre ellos mismos».
De esta manera el Señor los dispersó desde allí por toda la tierra, y por lo tanto dejaron de construir la ciudad. Por eso a la ciudad se le llamó Babel,[a] porque fue allí donde el Señor confundió el idioma de toda la gente de la tierra, y de donde los dispersó por todo el mundo.


  1. 11:9 En hebreo, Babel suena como el verbo que significa confundir.

Tomando en cuenta lo que venimos desarrollando anteriormente, también lo que  ilustran los experimentos puestos a modo de ejemplo, puede suceder que cuando intentamos “traducir” una lengua a la nuestra, caigamos en el error de imponerle nuestras propias categorías. Nuestro propio modo de ver el mundo sin intentar entender cuál es el modo propio de esa lengua y de esas personas.
Esas diferencias también podemos identificarlas, aunque de un modo menos estricto, en los modos de hablar de los diferentes estratos sociales, o de los distintos contextos marcado por diferencias culturales de un grupo que habla la misma lengua, así como en las diferencias en los términos utilizados por las distintas generaciones de hablantes que muchas veces hace dificultosa la comunicación entre ellos, porque incluso acceden a experiencias distintas, sobre todo en lo que tiene que ver con la tecnología, por ejemplo “Generación X”, “Generación Y o Millenials” y la “Generación Z o Centenallis”. 



Comentarios

  1. Hola Profe soy cesar blanco me puede volver a explicar que hay que hacer en el parcial

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  2. Hola Profe soy cesar blanco me puede volver a explicar que hay que hacer en el parcial

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