INTRODUCCIÓN AL CURSO DE FILOSOFÍA: ETIMOLOGÍA, ACTITUD FILOSÓFICA Y EROS
FICHA
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INTRODUCCIÓN AL CURSO DE FILOSOFÍA:
ETIMOLOGÍA, ACTITUD FILOSÓFICA Y EROS
Vamos
a abordar en este primer material un campo del saber bastante atípico y
controvertido, exaltado por algunos como el más importante, cuestionado
parcialmente por otros y hasta denostado por quienes llegaron a negarle toda
razón de ser. Por supuesto que no quiere ser un material exhaustivo, sino una
guía y un instrumento para poder “HACER Filosofía” en
clase.
Sin embargo, vamos a adelantar algunas
nociones. La Filosofía es un conjunto de contenidos (conceptos,
ideas, tesis, teorías) y también una actividad, un modo de pensar o
reflexionar sobre esos contenidos. En cierto sentido, cualquier tema puede ser
abordado filosóficamente, siempre que esa reflexión presente ciertas
características entre otras, las de ser crítica, racional, dispuesta al
diálogo y a la discusión
Pero algunos temas han sido objeto de especial interés en la historia
de la Filosofía: ¿Existe Dios? ¿Qué es lo que realmente existe en el mundo
exterior? ¿Cómo decidimos qué está bien y qué está mal? ¿Qué es el arte? ¿En
qué consiste el conocimiento? ¿Cómo razonar correctamente? ¿Cómo progresa la
ciencia? ¿Qué es la felicidad? ¿Existe la libertad o estamos determinados? De
algunos de ellos nos ocuparemos en esta materia.
Preguntarse, dudar, buscar respuestas con curiosidad, a veces con angustia, son
características propias de los seres humanos. Sin embargo, las urgencias de la
vida cotidiana, o la convicción de haber encontrado una respuesta satisfactoria
pueden hacer que olvidemos tales preguntas.
La
Filosofía es algo que el Hombre hace, hizo y seguirá haciendo. Porque
la Filosofía “se hace”. El pensamiento filosófico exige abandonar la
actitud cotidiana que recibe lo dado sin revisarlo, para asumir una actitud
crítica que cuestione lo obvio (lo que se da por
supuesto o se considera evidente) La Filosofía indaga reflexivamente los problemas, e intenta realizar esta
búsqueda de modo preciso y riguroso, fundado en argumentos racionales. Sin
embargo, toda respuesta filosófica es a su vez, susceptible de discusión
y análisis, porque no hay soluciones únicas y definitivas a los
problemasfilosóficos.
Cuando desconocemos el significado de una
palabra, conocer su etimología nos proporciona pistas
para comprenderlo. El término FILOSOFÍA viene del griego y tiene dos
raíces; filo (PHILO)
que significa aspiración, simpatía, amor,
búsqueda y sofía (SOPHIA) que significa sabiduría. En este sentido, podemos entender esta palabra como “aspiración o búsqueda de la sabiduría”.En
la raíz etimológica del término filosofía, está encerrada la cuestión de
la Actitud Filosófica, una actitud de búsqueda, cuyo objeto
es la sabiduría. Sabiduría que se diferente de saber, término que
apunta más a un conjunto de conocimientos teóricos de los cuales tenemos
garantía de su certeza, en tanto que sabiduría apunta
más a una práctica sabia de la vida, cuidadosa y reflexiva, tanto en el plano
teórico del conocer, como en el plano práctico del
hacer.
Se
está refiriendo a la inquietud que
nos lleva a buscar la verdad; deseamos saber porque reconocemos que
no sabemos, porque nos damos cuenta que las cosas no son siempre como parecen
ser o como creemos que son. Filosofar
es desear conocer, y
se desea aquello que no se tiene, aquello que de lo que se carece. Existe el
deseo porque existe una ausencia.En este contexto, el amor y el deseo
se corresponden. El filósofo desea la sabiduría. Podemos decir
entonces que el deseo es un movimiento en el que lo deseado está
presente en quien lo desea bajo la forma de ausencia. El que desea algo, carece de lo deseado pero a la vez lo tiene
presente porque sabe que le falta, de lo contrario no lo podría desear.
Así
también lo afirma Platón en El Banquete: “…lo
que consigue siempre se le escurre de sus manos, de modo que Eros (el Deseo) nunca
se ve privado de recursos pero tampoco es rico, y se sitúa, además, en el medio
de la sabiduría y la ignorancia. Pues lo cierto del asunto es que ninguno de
los dioses ama la sabiduría ni desea ser sabio porque ya lo es, como tampoco
busca la sabiduría quien es sabio. Por otro lado, los ignorantes tampoco
procuran la sabiduría ni desean hacerse sabios, pues en esto consiste
precisamente el mal de la ignorancia: en quien no es bello, ni bueno, ni
inteligente se sienta satisfecho de sí mismo y no procure aquello que le falta.
Así pues, el que no cree estar necesitado tampoco desea lo que no cree
necesitar. (…) Los que aman la sabiduría son los que están en el medio de estos
dos, al igual que Eros. La sabiduría en efecto es la cosa más bella y Eros es
amor a lo bello; de modo que Eros es necesariamente amante de la sabiduría, y
por ser amante de la sabiduría está, por tanto, en medio del sabio y del
ignorante”El filósofo como amante de la sabiduría, se encuentra inmerso en
este movimiento entre él y el objeto deseado/amado del cual carece.
BIBLIOGRAFÍA:
·
BERTTOLINI, M.,
LANGÓN, M., QUINTELA M.. Materiales para
la construcción de cursos de filosofía. A.Z editora Uruguay S.A.
·
MORENTE GARCÍA, M. Lecciones preliminares de Filosofía. 1957
·
PLATÓN. Banquete. Editorial Quadrata. Traducción
de Sergio Albano. Buenos Aires, 2005.
MORA FERRATER, J. Diccionario de filosofía abreviado. Editorial Debolsillo, 2010.
LA BOHEMIA: MITOLOGÍA - EL MOCHUELO DE ATENEA (Ἀθηνᾶ Athênã) |
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